La enfermedad de Crohn es una inflamación crónica específica del intestino. A diferencia de otras enfermedades inflamatorias del intestino, la enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano. Principalmente, es la inflamación del intestino delgado, especialmente donde el intestino delgado se encuentra con el colon. Hay tres tipos de enfermedad de Crohn. El primer tipo causa inflamación y erosiona lentamente el revestimiento de la pared intestinal. Un segundo tipo tiende a formar tejido cicatricial. El tejido cicatricial puede causar obstrucciones cuando los alimentos se mueven por el intestino. El último tipo de enfermedad de Crohn es cuando la inflamación atraviesa el intestino y forma conexiones entre diferentes secciones del intestino e incluso con órganos cercanos. La enfermedad de Crohn es una enfermedad progresiva. Esto significa que es fundamental que la enfermedad se detecte desde el principio antes de que empeore progresivamente.
¿Quién contrae la enfermedad de Crohn y cómo?
Las mujeres y los hombres están igualmente afectados por la enfermedad de Crohn. Cerca de 700 000 estadounidenses han sido diagnosticados con esta devastadora enfermedad. Se manifiesta principalmente entre las edades de 15 y 35 años. Las causas de la enfermedad de Crohn no están bien establecidas. La enfermedad de Crohn no es contagiosa y no es causada por algo que haya hecho o comido. La enfermedad de Crohn es hereditaria. Es causada por un desencadenante en su sistema inmunológico que causa la inflamación de su tracto gastrointestinal. Las bacterias u otros factores ambientales también pueden desencadenar esta respuesta inmune anormal.
Síntomas de la enfermedad de Crohn.
Los pacientes con enfermedad de Crohn sufren síntomas en diversos grados de gravedad. Los síntomas comunes incluyen diarrea frecuente, sangrado rectal, pérdida de peso inexplicable, fiebre, dolor y calambres abdominales, fatiga y falta de energía y reducción del apetito.
Diagnóstico de la enfermedad de Crohn
Si muestra alguno de los síntomas asociados con la enfermedad de Crohn, debe programar una cita con un médico gastrointestinal. Es importante estar preparado cuando visite a su médico mediante el seguimiento de sus síntomas en un diario. Hay varias pruebas que se pueden realizar para ayudar a su médico a identificar si tiene la enfermedad de Crohn.
Los análisis de sangre.
Su médico puede solicitar análisis de sangre. Los análisis de sangre de rutina mostrarán signos de inflamación y deficiencias de vitaminas. Los análisis de sangre fecal ayudarán a su médico a detectar si hay sangre en sus heces. Los análisis de sangre de anticuerpos mostrarán si su cuerpo tiene una respuesta inmune.
Proyección de imagen
Existen varios tipos de pruebas por imágenes que su médico puede utilizar para tener una idea clara de lo que está sucediendo en su tracto gastrointestinal. Estos incluyen radiografías, tomografías computarizadas, escáneres de glóbulos blancos, endoscopias (incluidas colonoscopias), ecografías endoscópicas y resonancias magnéticas.
Sea abierto con su médico
Puede resultar incómodo hablar con su médico sobre los síntomas asociados con la enfermedad de Crohn. Sin embargo, es fundamental que esté abierto con su médico con respecto a sus síntomas, ya que estos son vitales en su diagnóstico. Su médico gastrointestinal se ocupa de este tipo de problemas todo el tiempo, por lo que no hay razón para sentirse avergonzado.
Plan de tratamiento de la enfermedad de Crohn
Lamentablemente, no existe cura para la enfermedad de Crohn. Con el plan de tratamiento correcto, usted y su médico pueden mantener sus síntomas bajo control y pueden evitar o minimizar los brotes. Tus objetivos son controlar la inflamación que desencadena tus síntomas, lograr la remisión y finalmente mantener la remisión. Su médico le recetará un plan de tratamiento que lo ayudará a lograr estos objetivos. Si experimenta brotes, es importante que hable con su médico para ajustar su plan de tratamiento. Es posible que deba tomar una combinación de medicamentos para controlar los síntomas de la enfermedad de Crohn. Estos medicamentos pueden incluir:
- Antibióticos para tratar complicaciones.
- Amino salicilatos para disminuir la inflamación en el revestimiento de los intestinos.
- Corticosteroides para ayudar a reducir la inflamación y suprimir el sistema inmunológico.
- Modificadores inmunes para suprimir la respuesta de su sistema inmunológico
- Terapias biológicas para suprimir el sistema inmunológico y reducir la inflamación si los otros tratamientos no funcionaron.
Además de estos medicamentos recetados, su médico también puede sugerirle que tome antidiarreicos, analgésicos y suplementos nutricionales. Tenga en cuenta que estos son medicamentos complementarios y no sustitutos de los medicamentos recetados enumerados anteriormente.
La cirugía
A veces, se necesita cirugía para mantener la enfermedad de Crohn bajo control si su cuerpo no responde a los medicamentos. El 60-75% de los pacientes con enfermedad de Crohn se someten a cirugía en algún momento. La cirugía es necesaria para eliminar una obstrucción en el tracto gastrointestinal o para reparar el daño a los intestinos. El tipo de cirugía puede variar desde ensanchar el tracto intestinal, extirpar porciones de los intestinos o incluso tan drástica como extirpar el recto y el colon por completo. Es importante recordar que la cirugía no es una cura y que aún necesita trabajar con su médico después de la cirugía para controlar los síntomas de la enfermedad de Crohn.
La enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica y muy grave que debe tratarse de por vida. Si experimenta alguno de los síntomas de la enfermedad de Crohn, debe hablar con un especialista gastrointestinal lo antes posible para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados. Solo un médico puede confirmar si padece la enfermedad de Crohn y puede prescribir el plan de tratamiento correcto para tratar esta enfermedad grave.
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